Diferencia entre revisiones de «Hermandad de la Buena Muerte y el Santo Entierro»
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El altar en el que está permanentemente el Santo Sepulcro, en la Parroquia de San Bartolomé, fue creado poco después, también a expensas de la Hermandad, por el artista valenciano Carlos Román. Sobre este altar escribe Vicente Meseguer en el libro "El Templo Parroquial de San Bartolomé de Benicarló. 250 años": "...este altar y retablo es todo de madera dorada y presenta tres niveles: el zócalo con pedestales laterales sobre los que se apoyan las columnas, lleva adosado el altar en el que descansa la urna con el cuerpo de Cristo. Sigue el segundo nivel formado por cuatro columnas de orden compuesto, con fajas de rocalla y resto de los fustes acanalados; en el centro hay un retablo vertical de madera tallada, de 1´80 por 3´00 m., en el que se representa en relieve la escena del descendimiento de la Cruz. El tercer cuerpo se apoya sobre el clásico entablamento rematado por un frontón que enmarca una cuidada decoración en forma de concha venera y otros motivos complementarios". |
El altar en el que está permanentemente el Santo Sepulcro, en la Parroquia de San Bartolomé, fue creado poco después, también a expensas de la Hermandad, por el artista valenciano Carlos Román. Sobre este altar escribe Vicente Meseguer en el libro "El Templo Parroquial de San Bartolomé de Benicarló. 250 años": "...este altar y retablo es todo de madera dorada y presenta tres niveles: el zócalo con pedestales laterales sobre los que se apoyan las columnas, lleva adosado el altar en el que descansa la urna con el cuerpo de Cristo. Sigue el segundo nivel formado por cuatro columnas de orden compuesto, con fajas de rocalla y resto de los fustes acanalados; en el centro hay un retablo vertical de madera tallada, de 1´80 por 3´00 m., en el que se representa en relieve la escena del descendimiento de la Cruz. El tercer cuerpo se apoya sobre el clásico entablamento rematado por un frontón que enmarca una cuidada decoración en forma de concha venera y otros motivos complementarios". |
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Revisión actual del 13:22 11 dic 2017
Fundación de la Hermandad[editar]
La Hermandad de la Buena Muerte y del Santo Entierro nació en el año 1952, en el seno de la Parroquia de San Bartolomé y como resultado de unas tertulias realizadas por un grupo de benicarlandos en el desaparecido "Café Español".
Tras la apoteosis vivida en la ciudad como consecuencia de dos acontecimientos relacionados con el Santo Cristo del Mar, como fueron la venida de la nueva imagen en 1940 y el Tercer Centenario en 1950, D. Crisanto Oms y D. Ignacio de Prada, con el apoyo de Mosén Salvador Duart, convocaron a un grupo de amigos, ilusionados en promover las procesiones de Semana Santa, creando así la Hermandad del Santo Entierro, con el Cristo Yacente que saldría ya en la procesión del Viernes Santo de 1952. Anecdóticamente, dicha procesión se celebró por el interior del Templo de San Bartolomé, debido al mal tiempo.
Un año más tarde, para dar un mayor realce y solemnidad a la semana Santa, se decidió crear la procesión del Jueves Santo, sacando a las calles la imagen del "Cristo del Asilo", con lo que la Hermandad pasó a llamarse "de la Buena Muerte y del Santo Entierro".
Cofrades[editar]
La Hermandad cuenta en la actualidad con unos 120 miembros. En las procesiones del Miércoles y Viernes Santo, nos acompaña la Banda de Bombos i Tabals de Benicarló, creada en 1992 en el seno de nuestra Hermandad, por lo que sus componentes utilizan nuestros mismos atuendos.
Atuendo[editar]
Túnica de color blanco, con cordoncillo negro en la botonadura, botones negros, y ceñida con un cordón, también negro.
Capuchón negro, con la "Cruz del Santo Sepulcro", emblema de la Hermandad, en blanco sobre la caída negra del capuchón.
Guantes y zapatos negros.
El Hermano Mayor, Varas de mando y portadores a hombros del Cristo del Asilo y del Banderín visten capa negra.
Iconografía[editar]
El Miércoles Santo, el paso al que acompañamos es el Cristo de la Buena Muerte, imagen de Jesús crucificado conocida popularmente como "El Cristo del Asilo". Este mismo paso sale del Templo de San Bartolomé en la madrugada del Viernes Santo, con motivo del acto del Vía Crucis del alba.
Sobre esta imagen apenas tenemos información. Sabemos que cuando se fundó la Hermandad, en 1952, la imagen se encontraba ya, desde hacía muchos años, en el antiguo Asilo de Ancianos que estaba situado en el actual Casal Municipal. Se ha intentado encontrar algún tipo de información, pero hasta ahora no hemos tenido resultados. En este momento, estamos a la espera de unas gestiones que están realizando las Hermanas de la Consolación, ya que eran ellas las que estaban al frente del Asilo de Ancianos.
En la procesión del Viernes Santo, y dando nombre a la procesión del Santo Entierro, toma protagonismo la imagen del Santo Sepulcro con el Cristo Yacente, obra del artista catalán Massagué. En esta procesión interviene de nuevo el "Cristo del Asilo", que es portado a hombros por tres de nuestros Hermanos.
La imagen del Santo Sepulcro es de 1952, ya que fue un encargo de la propia Hermandad con motivo de su fundación y su coste fue de unas 25.000 pesetas.
Sobre el artista, que parece que en aquella época era bastante reconocido, sabemos que en 1950 había realizado las pinturas que se encuentran en la parte alta del ábside de la Capilla del Santo Cristo del Mar.
El altar en el que está permanentemente el Santo Sepulcro, en la Parroquia de San Bartolomé, fue creado poco después, también a expensas de la Hermandad, por el artista valenciano Carlos Román. Sobre este altar escribe Vicente Meseguer en el libro "El Templo Parroquial de San Bartolomé de Benicarló. 250 años": "...este altar y retablo es todo de madera dorada y presenta tres niveles: el zócalo con pedestales laterales sobre los que se apoyan las columnas, lleva adosado el altar en el que descansa la urna con el cuerpo de Cristo. Sigue el segundo nivel formado por cuatro columnas de orden compuesto, con fajas de rocalla y resto de los fustes acanalados; en el centro hay un retablo vertical de madera tallada, de 1´80 por 3´00 m., en el que se representa en relieve la escena del descendimiento de la Cruz. El tercer cuerpo se apoya sobre el clásico entablamento rematado por un frontón que enmarca una cuidada decoración en forma de concha venera y otros motivos complementarios".